Del azul oscuro original a un tono celeste pasó el Fiat 600 1969 de procedencia italiana propiedad de Sebastián (37 años, paisajista). Su cambio no fue solo en el color: de su único dueño que lo tuvo por décadas, y tras un fugaz paso por un joven que planeó restaurarlo, llegó finalmente a las manos del propietario actual de este pequeño vehículo, quien decidió devolverlo a sus años de gloria.
El Fiat 600 fue muy popular en Chile en las décadas de los ´60, ´70 y ´80. De la planta armadora que Fiat (Fabbrica Italiana Automobili Torino) tuvo por décadas en la ciudad de Rancagua, salieron varios modelos (como el 125S de la nota pasada), entre los cuales estaba el protagonista de estas líneas, de manufactura turinesa.
Fiat con potencia Zastava
Sebastián nos cuenta que se ha preocupado que todos los componentes sean italianos (hay otra versión argentina). Eso sí sustituyó el motor original por una planta motriz de 850 c.c. proveniente de una Zastava Combi. Afirma que gracias a que cuenta con un cigüeñal distinto y un carburador de mayor tamaño, tiene mayor potencia. De esta forma, cuenta con un “italiano potenciado”.

Consultado sobre por qué decidió restaurar un 600, Sebastián relata que antes tuvo un Zastava 750 de la ex Yugoslavia, que cuando era más joven modificó. Con el paso de los años lo vendió y luego decidió optar por algo más clásico, siendo el elegido el 600 celeste.
Con pintura nueva para la venta
“Ya estaba pintado y con el sistema eléctrico” completo afirma Sebastián, quien comenta que “un señor de edad era el único dueño”, el cual le vendió el auto a un joven que planeaba realizar todo el trabajo de restauración. Fue allí cuando le dio el dato a Sebastián, quien ya había decidido encontrar un modelo Fiat italiano para reparar.
Finalmente y gracias al trabajo realizado por años, puede exhibir orgulloso el resultado. Hace poco participó en el encuentro de Fiat 600 que se realizó en la ciudad de Linares, a donde incluso llegaron propietarios de Argentina con sus autos.
¿Lo venderías?
-No, ya pasé por eso.
En este punto Sebastián sostiene que incluso llegó a publicar el auto en una página web ya que pensaba venderlo. Sin embargo, el Fiat “quiso quedarse” con su actual dueño, al cual le han ofrecido varios millones de pesos para quedarse con esta máquina pequeña en porte pero gigante en el recuerdo de los chilenos.
Nota por José Francisco Valenzuela – Fotografías por Javier Fernández G.
Galería de imágenes