Uno de los cantantes más importantes del Siglo XX, Francis Albert “Frank” Sinatra (1915-1998), apodado “La Voz”, sucumbió al encanto de varios exclusivos modelos de automóviles que disfrutó a lo largo de su agitada vida de superestrella de la canción y del cine.
El idilio comenzó en los años ´40 cuando adquirió un Chrysler Convertible de 1942, época en la cual dio el salto definitivo a la consagración en el mundo del espectáculo tras ser parte de la orquesta de Tommy Dorsey y lanzar su carrera como solista. Para 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, Sinatra ya era el cantante más famoso de Estados Unidos.
Apogeo
Con un salario de un millón de dólares al año, el artista ya pudo darse mayores lujos, como la adquisición del Ford Thunderbird convertible 1955 de color negro equipado con un motor V8 de 215 hp. Este auto se transformó en uno de sus favoritos a lo largo de toda la vida.
Al año siguiente, 1956, la estrella compra el producto top de gama de Ford Motor, el Continental Mark II, que tenía una planta motriz V8 que erogaba 285 hp. Ajeno a la fidelidad de una marca, en 1958 adquiere un Cadillac El Dorado Brougham, el coche estrella de General Motors. Con un motor V8 de 325 hp, fue tanta la fascinación por el modelo marrón que tuvo, que decidió comprar otro azul.
A fines de los años ´50, incorporado al selecto y bohemio grupo estadounidense de los “Rat Pack” con Sammy Davis Jr., Dean Martín, Peter Lawford y cía. Adquiere un Dual Ghia 1957 convertible, exclusivo modelo diseñado por Virgil Exner, uno de los referentes de su ámbito en la época, del cual se fabricaron sólo 117 unidades. Provisto de chasis y motor Dodge V8 5.2 con carrocería de la casa italiana Ghia. Fue tanto el entusiasmo de Sinatra con este modelo que años después compró el primero de la nueva generación que se exportó a Estados Unidos. Éste poseía un chasis Chrysler y motor V8 de 6.4 litros que erogaba 335 hp. Ensamblado completamente en Italia, sólo se fabricaron 26 entre 1961 y 1963.
Lujos
El famoso Sinatra no escatimaba a la hora de darse gustos. El 12 de diciembre de 1969, para su cumpleaños 54, recibió un Lamborghini Miura P440S 1970, exótico modelo provisto de un V12 de 3.929 cc con una potencia de 370hp que le permitían alcanzar 300 km/h. Sólo 140 unidades fueron construidas entre 1968 y 1971. A Sinatra se le atribuye la frase “Usted conduce un Ferrari cuando quiere ser alguien y conduce un Lamborghini cuando ya es alguien”.
Para 1976 “Ojos azules” decide gozar del lujo británico al comprar un Rolls Royce Silver Shadow V8 de 6.750 cc y 189 hp. Los productos motorizados ingleses los continuó disfrutando una década después con la adquisición de sendos Jaguar: en 1986 un XJ6 con un 6L 4.2 Litros de inyección electrónica y en 1989 un XJS coupé premunido de un V12 con 263 hp.
Ocaso
El inicio de Frank Sinatra en el mundo de los automóviles como propietario había sido con el Chrysler convertible de 1942. El destino quiso que en sus últimos tiempos estuviera ligado nuevamente a esta marca, ya que en 1980 el propio Lee Iaccoca, tras salvar a la compañía de la bancarrota, bautizara una edición especial del producto estrella de la compañía como el coupé Sinatra Chrysler Imperial que se comercializó en 1981 y 1982. Dotado de un motor V8 de 5.2 litros que erogaba anémicos 140 hp (tiempos oscuros para Detroit por las leyes anti emisiones y el precio del petróleo), estaba dotado eso sí de múltiple equipo y accesorios. El comercial del producto contaba, era que no, con el propio Sinatra interpretando una canción. El artista no le cobró nada a la compañía por la promoción.
El último lujo de Frank Sinatra fue el Rolls Royce Corniche convertible 1984 V8 de 6.730 cc que sus amigos Dean Martin y Sammy Davis Jr. le obsequiaron para su cumpleaños número 70. Cargado de años y múltiples afecciones de salud, condujo hasta 1991 un común y silvestre Chrysler Le Baron Town and Country 1985. En 1998 “La Voz” se apagó para siempre.
Fuente: CarrosyClasicos.com, El Mundo Motor España, Motor Trend EE.UU.
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