Celebridades sobre ruedas: Marilyn Monroe, la estrella de Hollywood y su debilidad por los automóviles

Norma Jeane Baker, mejor conocida como Marilyn Monroe (1926-1962), una de las más grandes estrellas de Hollywood cuya fama sigue vigente a pesar del paso del tiempo, era una apasionada por los automóviles, llegando a tener una docena de diversas marcas. Le encantaba conducir y sentir el viento en su cabello, por lo que su debilidad eran los descapotables.

Su auto más querido fue el primero que tuvo, un Ford Super Deluxe 1948, el cual ocupaba para ir a las sesiones fotográficas cuando trabajaba como modelo para la cadena Fox. Una vez terminada la relación contractual y por causas económicas la obligaron a deshacerse del Ford.

1953 fue el año del salto definitivo al estrellato de la entonces rubia veinteañera, hecho que le permitió adquirir su primer auto nuevo: un Cadillac convertible negro de 1954. También de la marca de lujo de General Motors Monroe tuvo un El Dorado y varios más, todos regalo de su marido de la época, la ex estrella del béisbol Joe DiMaggio.

De estos modelos de la General Motors Marilyn pasó nuevamente a la Ford Motor, ya que en 1955 compró un Lincoln Capri convertible color rosa, uno de los más icónicos de cuantos poseyó.

También de la marca del óvalo, Marilyn tuvo varios Ford Thunderbird cuando estuvo casada con el dramaturgo Arthur Miller, época en la cual también manejó un Jaguar XK 140 descapotable y un Mercedes Benz 220S cabrio.

Tras su divorcio, la diva adquirió un Chrysler 300H 1962, también descapotable. Hecho curioso es que la actriz tuviera como preferido un Land Rover Serie 1 con el cual salía a pasear al desierto de Nevada.

A diferencia de otros autos de famosos que han perdurado en el tiempo y que en muchas ocasiones han sido subastados por grandes cantidades de dinero, solo uno de los autos de Marilyn Monroe ha sido ubicado: se trata del Ford Thunderbird Raven Black 1956, regalo de Navidad de Milton Greene, su socio en la productora de la actriz.

Este automóvil fue posteriormente regalado por Marilyn Monroe al hijo de un amigo pocos meses antes que falleciera. Tras años de pesquisas, finalmente en 2018 se estableció sin dudas que dicho T Bird fue propiedad de la rubia que coqueteó con el séptimo arte y los autos.

Nota para ClassicCars por José Francisco Valenzuela.