Un sueño se hizo realidad cuando tras más de dos décadas el SEAT 127 1982 de César Bustamante Hidalgo (37 años, Ingeniero en Mecánica Automotriz) volvió a su primer hogar donde estuvo por dieciséis años, aquél al cual el padre del propietario actual lo llevó 0 kilómetros y donde quien lo rescató aún no nacía.

“Lo estacioné afuera y le dije a mis padres que tenía una sorpresa. Salieron a mirar y vieron que estaba su auto de tantos años afuera estacionado. Fue una emoción tan grande que a todos se nos cayeron las lágrimas y mi padre arriba del auto como niño chico con juguete nuevo. Fue una situación que nunca olvidaré”, rememora César.
Para sorpresa de todos, el vehículo en su versión de cinco puertas con motor de 850 cc estaba en excelente estado de conservación con el 100 por ciento de sus componentes originales. Incluso la pintura era la de fábrica. César preparó en estricto silencio el vehículo por siete meses luego que lo compró para lograr un efecto aún mayor.
“Este automóvil fue adquirido por mi padre 0 kilómetros en marzo de 1982, como el primer vehículo de la familia”, nos cuenta. “Con ahorros de mucho esfuerzo, en esa época tener un vehículo 0 Km. era prácticamente un lujo”, enfatiza César con respecto a la adquisición del modelo hispano.
Un Fiat con acento español
La Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT) fue creada por el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1950 con la finalidad de motorizar la España de posguerra mediante el convenio técnico con la italiana Fiat para fabricar sus modelos bajo licencia, inaugurándose la fábrica ubicada en la Zona Franca de Barcelona en 1953.
El primer auto salió de la factoría en noviembre de dicho año, correspondiendo a una unidad de SEAT 1400 (este modelo se mantuvo hasta 1963, cuando fue sustituido por el 1500. En 1957 comenzó a producirse el exitoso 600, el auto que motorizó a España y que fue fabricado hasta 1973.
El 850 y el 124 también fueron producidos en España bajo la marca SEAT, siendo 1972 el año en que comenzó la producción del 127 derivado del homónimo modelo italiano (147 para Brasil, Argentina y Chile), el primer modelo con tracción delantera de la marca cuya producción se extendió hasta 1982, año al cual corresponde el auto objeto de la presente nota.
Con un total de 1.345.203 unidades producidas en su período de fabricación que comprendió dos series, el 127 dotado en sus inicios con el motor de 850 centímetros cúbicos (también se usó el de 903cc y el de 1.100cc) fue todo un éxito, transformándose en el sucesor natural de los modelos 600 y 850. Con una esbelta carrocería con aires deportivos, una de sus características más importantes fue su amplio habitáculo con respecto a sus dimensiones totales.
Con carrocerías de 2, 3, 4 y 5 puertas y distintas denominaciones referentes a su acabado final, el 127 español se fabricó hasta que fue sustituido por el 127 Fura.
Los recuerdos que evoca el 127

“Este automóvil fue parte muy importante de mi infancia, debido a que en él, mi hermano y yo disfrutábamos de las salidas de vacaciones con mis padres a El Quisco, Santa Cruz y Parral. Es un auto súper “aperrado”, tanto así que cuando decidí estudiar Mecánica Automotriz me propuse como meta buscarlo y comprarlo en el estado que estuviese para poder recuperarlo en la familia”, recuerda César respecto al momento en el cual comenzó a incubar la idea.
“Por su patente pude llegar al último dueño inscrito en el año 2016 y comprarlo. Afortunadamente la persona a la cual se lo compré lo conservó en muy buenas condiciones y con la mayoría de sus partes de carrocería e interior originales. Solamente tuve que importar desde España pequeños accesorios para dejarlo 100 por ciento original”, recuerda.
¿Cuáles son los aspectos que más te gustan del auto?
Me gusta porque es un vehículo pequeño que se puede estacionar en cualquier parte, además de ser (a mi criterio), uno de los muy pocos que se encuentran de esta marca y en estas condiciones circulando todavía por Santiago. Me satisface salir a rodar en él y que en los semáforos los otros conductores saquen su teléfono para tomarle una fotografía, además de levantar su dedo pulgar en sinónimo de felicitación.
¿Qué viajes has realizado en él?
Por el momento no he salido a lugares muy lejanos en él. Pretendo que cuando pase esta situación en la que estamos de pandemia, poder hacer un tour a los lugares que me llevó en su mejor época y cuando yo era un niño, pero esta vez siendo yo el conductor y mi mujer con mis dos hijas las que disfruten esta vez lo mismo que yo lo hice.
-¿Lo venderías?
– Por nada del mundo, quiero que mi auto sea traspasado a mis hijas y que se conserve de generación en generación.
Nota para ClassicCars por José Francisco Valenzuela.
Fotografías Agencia 210.
Edición y producción por Javier Fernández G.
¿Que opinas de este modelo? Cuéntanos tu experiencia, compartenos tus dudas.
Recuerda compartir con amigos, familiares y cercanos amantes de los vehículos de antaño.
Como es tradición en http://ClassicCars.cl Impulsamos y compartimos con ustedes el patrimonio histórico y cultural automotor.